San Alejo v2

IGR: 0141. Versión: 2. Rima: é-o. Hemistiquios 55.

Pido (ay. Camaleño, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Santander, España)

Quién tuviera la gran suerte    de pasar grandes tormentos
como los tiene pasados    el glorioso San Alejo.
Vive en casa de sus padres    y le sirven de consuelo,
y le tratan de casar    y de hacer su casamiento;
mas el día de la boda    a su esposa dice Alejo:
Sabrás esposa Sabina,    sabrás que decirte quiero,
la casa santa de Roma    siempre la tuve deseo
de ir a visitarla    y también el santo templo.
Ya se ha tomado el camino    el pobrecito Alejo.
En el medio encontró un pobre,    mucho se alegra de verlo.
Dame, pobre, tu vestido,    toma el mío fresco y bueno.
Señor, no haga usted burla,    que yo mejor no le tengo.
Señor, yo no hago burla,    yo me le quito primero.
El pobre fue a pedir posada,    en casa los padres de Alejo;
conociéronle el vestido    y creyeron que había muerto;
le hicieron varias preguntas,    les contó todo el suceso.
Siete años estuvo en Roma,    a los ocho vuelve a su pueblo.
Fue a pedir posada    a casa sus padres mesmos.
Debajo de la escalera    donde no hay ver pamiento
le daban de comer    lo que dejaban los perros,
y le daban de beber    las lavazas del caldero.
Siete años estuvo allí,    a los ocho pidió su tintero,
tintero, papel y pluma,    
Pa mi padre, pa mi madre,    ya tengo ganado el cielo,
para mi esposa Sabina    ya le tengo hecho asiento,
menos para la criada    por su mal comportamiento,
que me daba de comer    lo que dejaban los perros,
y me daba de beber    las lavazas del caldero.

Bibliografía:
Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933 y 1934 Publicada en Cossío 1933-1934, II. CXII (nº 390), pp. 187-189.